Aprender del fracaso. El caso de: Amazon, Coca-Cola y Netflix
Resumen: No pocos líderes
de empresas viven con temor de incurrir en fallas, desencantos y pasos en
falso. Sin embargo, aquellos gerentes que no están preparados para equivocarse
y frustrarse… ¡no están listos para aprender!
Cuando James Quincey fue
nombrado CEO de Coca-Cola, convocó a la plana gerencial y
los instó a superar el temor al fracaso que prevaleció en la empresa desde el
chasco de la “nueva Coca” de hace unos años. Les dijo: - si no estamos
cometiendo errores, no estamos poniendo todo el esfuerzo -.
A pesar de que Netflix gozaba
de un éxito sin precedentes en suscripciones, a Reed Hastings – su CEO
– le preocupó que su fabuloso y valioso servicio streaming tenía muchos
programas exitosos y que se cancelaban muy pocas nuevas series. Por ello, en
una conferencia de tecnología, afirmó: - tenemos un nivel de éxito muy alto…
debemos tomar más riesgos… probar más locuras… debemos mostrar una mayor tasa
de cancelaciones -.
Jeff Bezos – CEO de Amazon
– es, sin lugar a duda, el empresario más exitoso en el mundo actual. Asegura
que el crecimiento y capacidad innovadora de su compañía se construye con base
en sus fracasos. Poco después de que Amazon adquirió Whole Foods,
explicó: - si vas a hacer apuestas atrevidas, lo vas a hacer como
experimento… si lo haces, no sabrás por anticipado si van a funcionar. Los
experimentos, por naturaleza, son propensos a fracasar. Sin embargo, unos
cuantos grandes éxitos compensan las decenas de iniciativas que fallaron -.
¿Por qué varios líderes de negocios
famosos están, de pronto, urgiendo a sus empresas y a sus colegas a cometer más
errores y a aceptar más fracasos? A juzgar por los casos presentados arriba, los
líderes empresariales, los negocios y organizaciones que apuestan por la
innovación y creatividad son los que trascienden en el mercado, precisamente
por la ventaja competitiva de “pensar fuera del molde”. No obstante, con
lo claro y contundente del mensaje, hay todavía muchas empresas y negocios
cuyos líderes temen a incurrir en errores, desencantos y pasos en falso. Si no
están preparados para fallar, no están listos para aprender y trascender. A
menos que el aprendizaje vaya al mismo ritmo que el cambio en el mundo, el
crecimiento y desarrollo no se dará.
Hay maneras correctas de
equivocarse. Existen técnicas que permiten a las organizaciones, y a las
personas, entender y aceptar la relación entre pequeños fracasos y grandes
éxitos. Incluso, hay un programa en Smith College, Massachusetts, que
apunta a enseñar que el fracaso no es una falla en el aprendizaje, sino un resultado
deseable, funcional y útil. Rachel Simmons, responsable del programa “Failing
well” – “Fallar bien” – entrega a quienes pasan por él un Certificado de
Fracaso que declara al portador como alguien autorizado para arruinar o dañar
una relación, proyecto, prueba… para fracasar en cualquier iniciativa que sea
importante; aún así, seguir siendo una persona digna, un ser humano excelente. Son
individuos menos frágiles, preparados para manejar el fracaso y más atrevidos
que aquellos que buscan la perfección y un desempeño intachable.
Es, el caso anterior, una lección
que aplica por igual al ámbito empresarial. CEO, desde 2010, de Pizza
Domino´s, Patrick Doyle es un ejemplo entre los líderes de negocios
por tener uno de los más exitosos períodos de siete años en el ejercicio del
cargo. Doyle asegura que todos los éxitos de su compañía son el
resultado de su disposición a enfrentar la probabilidad de errores y decisiones
equivocadas. En su experiencia, afirma Doyle, dos son los grandes retos
en el trayecto de las compañías, y sus líderes, que muestran una postura
honesta de cara al fracaso. El primero, que él llama “sesgo de omisión”,
se refiere al hecho de que varias personas con ideas nuevas deciden no
implementarlas por temor a fracasar; consideran que ello dañaría sus carreras
de manera significativa. El segundo desafío, que él llama “aversión a perder”,
es la tendencia en las personas a jugar para ganar, no para perder; esta
actitud debe ser superada. Pensar que “el dolor de la pérdida es el doble al
placer de ganar” es un esquema que debe ser roto y vencido.
Permitirse
fallar es vigorizante, es una condición necesaria para el feliz término. El
fracaso es una opción y esa es la principal lección de todos estos líderes del
mundo empresarial moderno. No hay aprendizaje sin fracaso, no hay éxito sin
revés.
https://hbr.org/2017/11/how-coca-cola-netflix-and-amazon-learn-from-failure
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Muy interesante, un tema que no debe nunca evitar mencionarse para los equipos de trabajo. Excelente como siempre acertados
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